El proceso creativo no es una tarea fácil. Tampoco
es un hecho que se dé de forma lineal, con unas pautas estrictas a seguir. Es más
bien un proceso anárquico e interactivo, en el que la imaginación es la
principal herramienta. O al menos así lo veo yo. Es una interacción entre el
creador y lo creado, para después convertirse en una interacción entre el
espectador, lo creado y, en cierta medida, el creador. El proceso creativo se
podría definir como un análisis mental cuyo fin último es la comunicación.
Tras la visita a la exposición de los alumnos de
5º, creo que estas dos palabras son las que más hacian resonar en mi cabeza, y
son también mi forma de englobar y titular la muestra. Cuando quieres transmitir
algo, en numerosas ocasiones el resultado final no concuerda con lo que
nosotros teníamos en la mente. Pero seguro que la práctica ayuda a mejorarlo.
“Cuando la lógica choca contra un muro, la imaginación construye una puerta”
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